Por Nicolás Iglesias.
El tercer trabajo de estudio del grupo radicado en Quilmes, arremete con rock de exportación.
Riff violentos, canciones potentes y letras que conviven entre la realidad y el surrealismo. “Semi-Rápido” se pasea por todos los carriles del rock conducido por la versatilidad de la voz de Isimo Ferraiolo.
Un comienzo abrumador de tinte setentista con “Siete Diamantes Sobre la Arena” y “Julieta” (una canción de amor bien porteña). El gran Pipo Lernoud colaboró con “Los Ajenjos”, una balada etílica que nos remonta a los veranos impresionistas franceses y los comienzos de la bohemia porteña.
También hay tiempo para bajar la velocidad y pasar al carril del “Blues Narcótico” (un guiño rock psicodélico de los 60s).
El disco fue grabado en “El Pie” y “Wacala” (la casa-estudio de los Pakidermos).
Además contó con la producción de la banda y Julio Crevelli e Ignacio Valdez (de Bicicletas).
El arte de tapa estuvo a cargo del ilustrador Juan Bobillo.
El viaje del “Semi-Rápido” se disfruta de principio a fin.
Riff violentos, canciones potentes y letras que conviven entre la realidad y el surrealismo. “Semi-Rápido” se pasea por todos los carriles del rock conducido por la versatilidad de la voz de Isimo Ferraiolo.
Un comienzo abrumador de tinte setentista con “Siete Diamantes Sobre la Arena” y “Julieta” (una canción de amor bien porteña). El gran Pipo Lernoud colaboró con “Los Ajenjos”, una balada etílica que nos remonta a los veranos impresionistas franceses y los comienzos de la bohemia porteña.
También hay tiempo para bajar la velocidad y pasar al carril del “Blues Narcótico” (un guiño rock psicodélico de los 60s).
El disco fue grabado en “El Pie” y “Wacala” (la casa-estudio de los Pakidermos).
Además contó con la producción de la banda y Julio Crevelli e Ignacio Valdez (de Bicicletas).
El arte de tapa estuvo a cargo del ilustrador Juan Bobillo.
El viaje del “Semi-Rápido” se disfruta de principio a fin.
No hay comentarios:
Publicar un comentario